En Lank
Corporate todo trascurría con la habitual celeridad en pos del negociado más
rentable, como si de una colmena de laboriosas abejas se tratara, en el panal
del Trass Building. Cada cual se afanaba en lo suyo para afianzarse y progresar
en aquella competitiva multinacional y Marcy, que llevaba aun poco tiempo como
empleada, se había reincorporado como si nada hubiera pasado.
El
director recibió, sin recelo, sus repentinas disculpas.
Ella
argumentó a su favor su poca experiencia y la ofuscación de que fue presa por
no dejarse llevar por los buenísimos consejos que el directivo y Nacho le
habían dado.
Errores
de una novata, sin más, el director se mostró encantado ante el cambio de
actitud y la restituyó aquel mismo día en su puesto.
–Cuento
con tu colaboración, tal y como te había pedido, Marcy –dijo él, lo que ella
entendió como una condición ineludible.
–Haré
todo lo posible –le concedió, tratando de imprimir credibilidad a sus palabras.
Le
quedaba una dura tarea, porque ella se tenía por esa clase de personas cuya
transparencia les impide mentir de manera convincente. Si de pequeña tomaba un
caramelo de la bombonera sin permiso, su madre adivinaba la travesura a la
primera, en cuanto le ponía los ojos encima, parecía que lo llevara escrito en
la cara.
No valía
para eso y lo sabía, ni siquiera lo consideraba un mérito.
Nacho
receló durante un tiempo de ella y apenas la recibía en el despacho, de manera
que ya no tenía aquel acceso diario, como antes, que le permitía ver las
recepciones de fax de su compañero.
Se
centró de nuevo en su trabajo, junto con su equipo, y comenzó a pensar en la
forma de acceder a los papeles de Nacho sin su conformidad. Le parecía horrible
su cometido, y le costaba un enorme esfuerzo de disimulo ante sus colegas, pero
se daba cuenta de que no siempre era mejor el proceder más recto. Entendía que
las malas artes de unos pocos no debían hundir el trabajo de toda una gran
compañía como la Duxa.
Haría lo
que fuera necesario para impedirlo.
En los
últimos meses los escándalos financieros abundaban en La Unión y la
manipulación de los mercados por parte de la Gran Banca mediante ventas y
compras de valores, violando todas las leyes comerciales, reportaban a algunos
unas ganancias propias de verdaderos piratas financieros. Los privilegiados que
conocían esas informaciones tenían el mundo en la palma de la mano. Y la
información se conseguía por cualquier medio. Ya se lo había dicho Lucas.
En la
guerra financiera, como en la guerra; y en la guerra empresarial, igual, así
terminó por pensar Marcy.
Observó
que a última hora de la jornada laboral aparecía la limpiadora, y pasaba a
todos los despachos con una llave maestra; ideó la posibilidad de hacerse con
ella para acceder a la oficina de Nacho. Pensó quedarse, después de la salida
de todos los empleados, dando a demostrar que tenía mucho trabajo pendiente.
El día
que consideró propicio verificó que en su planta no quedaba ningún trabajador
haciendo horario extra y se metió en su despacho, dejando la puerta entornada
para atisbar a su través. Vió como la
empleada de la limpieza dejaba la llave en la cerradura de la puerta de la
oficina de su amigo y entraba a trabajar en el aseo. Se levantó sin hacer
ruido, cogió la llave y se la metió en el bolsillo. Un poco después la empleada
apareció en su despacho y señaló hacia el de Nacho.
–¿Habrá
visto usted una llave en esa puerta?
Marcy
negó repetidamente, no había visto ninguna llave allí, respondió a la empleada.
–No sé
dónde tengo la cabeza, igual ni la dejé en la cerradura, menos mal que tengo
una copia.
La
trabajadora se fue, convencida de su fallo, y Marcy decidió esperar hasta el
día siguiente para acceder a aquella oficina.
A partir
de entonces, casi a diario, pasaba con el mayor sigilo, una vez quedaba sola
después del trabajo de la limpiadora, y observaba todos los papeles de Nacho
para dejarlo todo exactamente igual. Cuando se encontraba con algo procedente
de Brexals lo fotocopiaba y lo restituía a su lugar. Envió las copias a un
apartado de correos que le había indicado Raúl, hasta que éste la avisó de que
el objetivo estaba cumplido.
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