Le presentó a los compañeros, con quienes
iba a colaborar en lo sucesivo, y tomó posesión de un despacho propio, bastante
cercano al de Nacho.
Llamó a sus padres, loca de alegría, para
darles la noticia que llevaban tantos años esperando, sobretodo su padre. Llamó
a Arcadia y a sus amigas.
Comenzó en aquel mismo instante su
actividad con una reunión con el equipo, para ponerse al corriente de los
proyectos en curso, y para decidir cuál iba a ser su participación.
Y se sintió pletórica por haber desempolvado
su título universitario y haberlo convertido en un valor real.
–Señorita, mi mayor enhorabuena para usted.
Fue a casa de Rafa aquella misma tarde para
darle la noticia.
Incluso la madre de Rafa salió a saludarla
y compartir la novedad al oírlos hablar tan animados.
–Esto merece que lo celebremos, ¿no? –dijo
Marcy–. Usted, señora, también está invitada. Vamos los tres a cenar al
restaurante, porque siempre soy yo la que vengo aquí a darle la lata, hoy se
viene con nosotros.
La madre de Rafa se tomó su tiempo para
arreglarse y después salieron a un restaurante próximo donde pidieron el menú
especial, que era del gusto de la señora, compuesto de patatas hervidas y carne
braseada. Compartieron el postre combinado los tres, que consistía en gruesos y
coloridos trozos de frutas tropicales acompañados de una variedad de helados.
Casi finalizada la cena sonó el teléfono de
Marcy y lo que oyó vino a empañar aquel ambiente de fiesta. Era Sonia, que le
advertía de que tenía que hablar con ella cuanto antes.
–Te llamo en media hora, ¿vale? –contestó
Marcy.
–Hay que irse, tengo que hacer una llamada
telefónica importante –le susurró a su amigo, al oido.
En un momento pagaron la cuenta y
abandonaron el restaurante con diligencia.
Cuando llegaron a casa de Rafa se metieron
en la salita para llamar.
Sonia estaba nerviosa, hablando deprisa,
pero Marcy la entendió a la perfección. Le dijo que de ninguna manera volviera
a participar en ningún negocio con Manele, porque ella misma, a quien también
había pedido su colaboración, estaba corriendo peligro hasta de ser extraditada
y que no podía decirle más porque temía que el teléfono estuviera pinchado, que
ya la informaría cuando volviera a Greda, que sería en fechas próximas.
Rafa había pegado la oreja al auricular
para enterarse de todo.
–Puede que no tenga nada que ver lo de
Sonia con lo suyo, señorita. Si hubiese algo malo ya nos habríamos enterado.
Usted, ahora, a centrarse en su nuevo puesto de súper bella ejecutiva. ¡El
traje le sienta extraordinario!
Ella notó que su amigo quería quitarle
hierro a lo de Sonia.
Rafa puso una silla con el respaldo
bloqueando la manilla de la puerta, como solía hacer para que su madre no fuera
a sorprenderles, y comenzó a desvestirla con aire pícaro, prenda a prenda,
hasta que quedó desnuda y él aun vestido por completo. Se sentó en el sofá y la
colocó a horcajadas encima de él y comenzó a moverle las caderas con suavidad,
a un ritmo pausado.
Pero ella no logró eliminar del todo la
preocupación de su mente y no podía concentrarse y le pidió a su amigo dejarlo
para otra ocasión.
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