Novela gratis online para leer por entregas.


martes, 31 de enero de 2012

Marcy (27)

Ya habían terminado de comer y, mientras los abuelos entretenían a los pequeños, Marcy y Nacho se centraron en repasar los años transcurridos desde la época de la universidad, abstraidos por completo, enfrascados en su charla.
Él disfrutaba de una excelente colocación en la multinacional de tecnología Lank Corporate.
–Tienen un departamento financiero de gran crecimiento, Marcy; macanudo, oye, estoy encantado con ellos.
–Menuda envidia me estás dando, Nachete.
–Al menos me ha valido para compensar el fracaso de mi matrimonio…
Su hijo se encontraba lo bastante alejado para no oírle.
–Te dire la verdad…, con María, mi mujer, todo funcionaba a la perfección y, sin más explicaciones, me dejó por otro…Yo pensando que éramos felices y ella va y me confiesa, así de pronto, que se había equivocado conmigo, que había conocido la verdadera pasión de la mano de un pez gordo de otra compañía…
Nacho tomó de un solo trago un chupito de licor, Marcy vió sus ojos algo enrojecidos, el semblante serio, tenía ganas de hablar.
–Lo que nunca crees que te puede pasar, pues te pasa, maja. Al principio me hundí en la miseria, pero acabé asimilándolo. Decidí que no iba a amargarme el carácter por esto.
La miró, otra vez con su cara de siempre, de chavalillo travieso.
–Mi esposa se echó un novio rico, ¡qué se le va a hacer!... Oye, ya está digerido, ¿eh?, que han pasado ya tres años. Ahora ese renacuajo es el príncipe de mi casa –dijo señalando a su hijo–. Lo veo sólo los fines de semana; el resto del tiempo procuro salir, divertirme, recuperar amistades y refugiarme en mi trabajo.
–Lo siento mucho Nacho, debiste pasarlo muy mal, pero te acostumbrarás a tu nueva vida, ya lo verás.
Marcy entendía a la primera lo que son las tribulaciones del desamor.
Él asentía con la cabeza, jugueteando con el vasito de licor, sacudiéndola después como apartando aquellos recuerdos. Fijó la mirada en Marcy inquisitivo.
–¿Y qué pasa contigo, Marcy? ¿Has aparcado tu carrera? No puedo entenderlo.
–Los niños me toman mucho tiempo, Manele y yo decidimos en su momento que yo me dedicara a ellos por entero.
–¡Anda con la pamplina! La mujer moderna concilia varios papeles en su vida. En mi misma empresa, cada mes, entra un joven nuevo, candidato a desarrollo. Y todos ellos juntos valen menos que tú.
Nacho arremetió con lo mismo, mientras degustaban otro dedalito de licor.
–Marcy, ya han pasado muchos años y tendrías que hacer un máster para actualizarte. En mi compañía quieren crear un departamento de ayuda al desarrollo, podrías tener una oportunidad ¿por qué no te lanzas?
Se estaba contagiando del entusiasmo de su amigo, el cual iba desgranando ante ella mil proyectos haciendo gala de una energía contagiosa, abriéndole infinidad de caminos con una facilidad pasmosa, como hacía cuando era un universitario polvorilla.
–No es tan fácil, Nacho, tengo poco tiempo libre.
Colocó esa y otras muchas justificaciones, cada vez más desatinadas, según se le iban ocurriendo, que le fueron sonando huecas, artificiales, hasta a ella misma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario